La 97 edición de Los Premios de la Academia de Hollywood, más conocidos como Los Oscar, fechados para la madrugada del domingo día 2 al lunes 3 de marzo en nuestro país, pondrá fin a la temporada cinematográfica anual, cosecha del 2024, una carrera incierta, que conjuga un inusual reparto entre las principales favoritas, una vez celebradas casi en su totalidad, las ceremonias de premiación previas, que incluyen los galardones de los diferentes sindicatos y gremios.
Precisamente, y cuando parecía que The Brutalist se posicionaba como la favorita en las principales categorías, los PGA y DGA, premios del sindicato de productores y directores de la Meca del Cine, iban a parar a la última Palma de Oro del Festival de Cannes, Anora, ajustando al máximo la competición, y difuminando quizá esa maldición legendaria, que la reciente Parásitos mando al carajo, y que durante décadas impidió a la vencedora del certamen francés, coronarse con la dorada estatuilla a mejor película.
Cierto que Parásitos era surcoreana, en eso Anora rompería, como cinta genuinamente americana, una barrera que lleva desde que Marty, de Delbert Mann, consumara en 1955 tan ansiado doblete, (antes lo consiguió el maestro Billy Wilder con Días sin Huella, en 1946) lo que podría colocar a Sean Baker, nuevo gurú del cine independiente norteamericano, como una referencia de tan complejo nuevo triunfo.
Mirando más allá de las principales categorías, hay varias producciones que cuentan con hasta dos y tres posibilidades fuera de su formato, es el caso de la animada Robot Salvaje, que suma tres nominaciones, o la brasileña Aún estoy aquí, doblemente candidata a mejor película y mejor cinta de habla no inglesa, igual que la francesa Emilia Pérez, que suma nada menos que 13 nominaciones, o la también animada Flow, que también opta en habla no inglesa por Letonia, un factor que antes parecía siempre augurar un triunfo, al menos en su categoría matriz, pero que este año, no sirve como brújula que señala a la vencedora, puesto que compiten todas entre sí, complicando aún más la elección de la posible vencedora.
La polémica también se ha hecho sitio para esta 97 edición, entre los comentarios desafortunados de Jaques Audiard y Karla Sofía Gascón, director y actriz de Emilia Pérez, el uso de Inteligencia Artificial en The Brutalist, para mejorar el acento húngaro de sus personajes principales, o completar algunas zonas de diálogo, en un trabajo de 215 minutos de duración, que no deberían en ningún caso, empañar el increíble logro de Brady Corbet y su equipo, para edificar un film monumental, que aún sorprende más cuando uno descubre que apenas ha contado con un presupuesto de 9,6 millones de dólares, tenemos servida una más que presumible incertidumbre, que sin duda hace aún más compleja la decisión en el voto de los diferentes académicos.
Celebrar, y esto no sucede cada año, que la mayoría de candidatas cumplen con el estándar mínimo de calidad exigido, teniendo en cuenta que para la ocasión, concurren el tope de nominadas a mejor película, un top 10 que además, mira de reojo a sus vecinas de habla no inglesa, y sobre todo a las cintas animadas, con algún título realmente memorable, proveniente de las más recónditas zonas de Europa, o incluso de las antípodas del planeta.
Centrados finalmente en lo que importa, y para no acabar con la tradición, aquí tenéis como cada año nuestra particular quiniela de porcentajes, tan odiada por muchos, y apreciada por casi nadie, recordando que solo debe prevalecer la primera opción, deseando como siempre que la esperanza en el espectro de la incertidumbre, nos deje el máximo número de sorpresas en el reparto de estatuillas, algo que mejora siempre el tránsito por horas tan intempestivas, y espabila bastante más que cualquier café cargado.
Por último, animaros cómo siempre, y esto es ya otra tradición, a seguir la ceremonia en La Guarida del Sith, a partir de la medianoche, otro año más, y en riguroso directo, prometemos hacer la gala lo más amena posible, mientras debatimos con el resto de parroquianos sobre las nominadas, y añadimos ese sinfín de anécdotas históricas de los premios, todo con buen humor y profesionalidad, como está mandado en tan incomparable espacio, capitaneado por Asier Huarte Esteban, amigo y hermano de esta casa.
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