33 FANCINE: Festival de Cine Fantástico Universidad de Málaga, Día 6, 'Os Reviento', 'La Espera', 'Concrete Utopia', y 'La Mesita del Comedor'.


 

13/11/23

La llegada del lunes, con la habitual resaca post borrachera, de títulos y eventos acontecidos el fin de semana, siempre supone un transito dulce y algo aletargado, por algo de cansancio acumulado, que nos recuerda también que no podemos bajar la guardia, ante la llegada de las dos últimas películas a concurso, entre ellas la única participante con bandera española, y los cortometrajes reales y de ficción, localizados este martes, segunda etapa reina, o de montaña, de un Fancine siempre tendente a lo memorable en este apartado.

Dejamos algunos trabajos pendientes, para cuando pase la crónica de los cortos, y nos la jugaremos a adivinar cual puede ser la película ganadora de este año, en los apartados de prensa y público, tarea harto complicada, viendo la similar calidad de los títulos escogidos. 

Agradecer, y viene ya siendo un clásico de cada año, a Samuel Béjar Ramirez, colaborador de ésta casa, y amigo personal, que haya realizado la crítica de 'Os Reviento', a la cual asistió el domingo, y donde igualmente asistió a la presentación de la cinta por parte de su realizador, y algunos miembros del elenco.

La suerte de éste lunes, ha sido también poder asistir a la presentación, por parte de sus responsables, de las dos producciones nacionales exhibidas, tanto 'La Espera', a concurso, como 'La mesa del comedor', en el espacio del fantástico nacional, han tenido a sus respectivos realizadores en la presentación de las mismas, con dos llenos hasta la bandera en ambas salas del Cine Albéniz.

Para 'La Espera', F. Javier Gutierrez a acudido con dos de los actores de la misma, contando su origen cordobés, y su actual situación a caballo entre Los Ángeles y España, donde Málaga resulta según sus palabras en una ciudad muy especial, veraneante en la costa, con un grupo de amigos que convierten La Costa del Sol en su segunda casa. 

Gutierrez ha estado acompañado por el actor Antonio Estrada, y el joven Moisés Ruiz, que con apenas trece años ya sabe lo que es estar frente a la cámara. Posteriormente, el cineasta ha justificado la carga de violencia que porta el film, influenciada por su infancia en el campo andaluz, además de relatar una curiosa anécdota con Denzel Washington, que tras coincidir con el varias veces en oficinas anexas de Los Ángeles, le preguntó por el proyecto y le animó q llevarlo a cabo, con la amenaza de meterlo en un avión de vuelta a España si no cumplía su palabra.

Para 'La mesita del comedor', su director Caye Casas, y su coguionista Cristina Borobia, han avisado previamente del carácter del film, para posteriormente regalarnos una charla mágica y amena, centrada en la dificultad que atraviesa el cine de autor, en un momento en el que las plataformas, y el fantasma convencional que generan, lo dominan todo en cuanto a distribución y exhibición. Tras las anécdotas de un rodaje contrarreloj en 10 días, nos hemos acercado a felicitarles personalmente, disfrutando de su enorme cercanía y buena onda, comprometidos finalmente, y con gran interés, en leer nuestras conclusiones sobre el film.

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- Fantástico Nacional:

OS REVIENTO

Gabriel, alias Tarado (interpretado por Mario Mayo y paradójicamente, el personaje con más luces del film), es un ex boxeador que ha dejado atrás una vida conflictiva que le supuso perder años de su vida en la cárcel. Y así pretende que siga siendo, por lo que decide mudarse junto a su perro a la apartada casa de su padre, también delincuente en otra época, huyendo de una relación tóxica con su ex pareja. Sin embargo, el destino no se lo pone fácil y Gabriel acaba atrapado en medio de las tramas en las que tanto su padre como su hermano se han visto enredados. Para alguien que ha nacido para pelear, su forma de solucionar las cosas es la que mejor conoce: enfrentarse contra quien venga.


“Os Reviento” pertenece a esa filmografía de proyectos realizados por amiguetes de pequeñas obras con escaso presupuesto pero con muchas ganas (y que por desgracia hoy en día escasean, ahogadas por el cine más comercial y mainstream), que en su día gente como Santiago Segura o Juanma Bajo Ulloa escribieron y protagonizaron en sus inicios y que les sirvieron como plataforma de lanzamiento para proyectos mayores. En palabras de sus propios autores, no debe verse buscando una suerte de John Wick ibérico, sino más bien bajo el prisma de las viejas películas de Bud Spencer y Terence Hill donde el cachondeo impregnaba la atmósfera y la acción era más para desconectar el botón del realismo y disfrutarlo entre risas, una gamberrada y broma entre amigos, que le hapuesto mucho empeño en currárselo para ofrecer lo mejor que tienen


Escrita y dirigida por Kike Narcea aparentemente exprofeso para Mario Mayo (también implicado en la producción de la cinta además de protagonizarla) cuya presencia resulta imponente y adecuada para ser el eje central de la historia, cuenta con un presupuesto modesto, un reparto mayoritariamente amateur (salvo algunos nombres como Manuel Huedo o Fernando Gil) y un puñado de localizaciones donde desarrolla la acción que aúna elementos del cine kinki, de acción y de mafias y polis corruptos, haciendo especial mención a su maquillaje a la vieja escuela para representar las magulladuras y heridas del trote que los personajes se dedican.


A lo largo de sus correctos 92 minutos de metraje, “Os reviento” dedica su primer tercio a una presentación más pausada de sus personajes, con su desarrollo y motivaciones, siendo su hora final una recta ascendente de acción y traca, suponiendo el peligro de esta forma de administrar el tempo el que puede llegar a resultar lenta en su inicio y excesiva en sus tramos finales. Sin embargo, con la actitud adecuada de tomarse la cinta como el entretenimiento ligero y divertido que pretende (y alcanza) ser, es una obra más que disfrutable para ver con buenos amigos y el aderezo adecuado.


Escrito por Samuel Béjar Ramirez.


- Largometrajes a Concurso:

LA ESPERA

Existe otro cine español, menos dado a florituras, más cercano a ese sello de autor codiciando por muchos, pero que no todos merecen.

Ambientada en los años setenta, en la Andalucía más rural, 'La Espera' supone el tercer largometraje de F. Javier Gutierrez, a partir de su propio guión original, un relato cocinado a fuego lento, según sus propias palabras, que en su planteamiento inicial, no deja entrever el particular descenso a los infiernos, bastante más literal de lo esperado, que va a sufrir su protagonista.

Eladio vive con su mujer y su hijo, cuidando como guarda una finca aislada, tiene la confianza del dueño, pero tras hacerse cargo de una montería, recibe una oferta para superar el número de cazadores por puesto, a cambio de un soborno.

El planteamiento inicial, evidencia su contacto con una película mítica del cine español, 'La Caza' (1966), de Carlos Saura, la cual aparece en los agradecimientos de los títulos de crédito finales, pero alcanzado el meridiano, gira hacia su propio terreno, una vez planteada, con cierta previsibilidad, el peligro que parece amenazar a sus protagonistas, la cinta evoluciona desde el misterio, hacia conceptos más propios del cine de terror, mostrándose más original, pero también algo menos convincente. 

Un trabajo sobrio, que muestra con nitidez ese calor asfixiante del campo andaluz, con su cuidado gusto por los detalles, y sus matices austeros, esos que cualquier que pertenezca a la generación ahora comprendida entre los cuarenta y los cincuenta años, sabrá reconocer sin problemas, y que suponen todo un punto a favor, en cuanto a ambientación y calidad técnica se refiere, con unos excelentes trabajos de fotografía y maquillaje, este último especialmente inspirado en la segunda mitad del film.

Del reparto, destaca el gran trabajo de Víctor Clavijo como protagonista, dotando de una enorme credibilidad a un personaje, cada vez más expuesto a los demonios de la locura, mientras buenos actores como Manuel Morón o Pedro Casablanc, prestan su físico y su voz a perfiles costumbristas muy bien dibujados.

Finalmente, F. Javier Gutierrez merece con su último trabajo, que se le tenga en cuenta para ese sello de autor, sobre todo por su capacidad para planificar un film, dotado de ese aspecto comprometido que todo realizador debería abrazar, para acabar resultando genuino y reconocible, gracias a que saber dotar a 'La Espera' de un estilo sobrio, que pese a arrastrar esa lentitud general, que a veces provoca reiteración, acaba por ser en suma relevante.


- Largometrajes a Concurso:

CONCRETE UTOPIA

Existe un compromiso más que evidente, por parte del cine surcoreano, en mostrar las profundas desigualdades existentes entre las diferentes clases sociales, acentuado en los últimos tiempos debido a ese mal inherente del capitalismo feroz, cada vez más presente en el país asiático, por hacer más pronunciada la diferencia entre ricos y pobres, o lo que muchos definen sencillamente, como el fin de la clases media, y por ende del estado del bienestar de la mayoría de la sociedad.

Recurriendo a la metáfora de la fractura, provocada en este caso por un por desastre natural, el segundo largometraje de Um Tae-hwa, plantea un escenario original, a partir de una idea escrita por el propio realizador, en el que un devastador terremoto deja completamente destruida la capital del país, a excepción de un complejo de apartamentos, el cual como es lógico, se convertirá en un ansiado reclamo para los supervivientes.  

La economía de medios de 'Concrete Utopia', se manifiesta en ese escenario único, que contiene algunas incursiones puntuales al exterior, pero que básicamente se tiene que expresar como un trabajo modesto rodado en estudio, con unos medios a su alcance algo elementales, donde la fotografía en extremo degradada, o unos efectos visuales más que limitados, pueden persuadir a gran parte del público a la hora de acercarse a la propuesta.

Un presupuesto menor tampoco debe ser un problema, grandes obras se han rodado en carestía, los principales defectos del film de Tae-hwa surgen de los personajes y sus interacciones, de algún modo, lo que debería ser una celebración distópica, que enfatizara los elementos más agresivos de dicho subgénero, brillan aquí por su ausencia, quizá por un exceso de moralidad que no viene al caso, excesivamente reiterativo, algo que acaba por alejar aquellos factores deseados, apenas planteados aquí como leves pinceladas. 

Del reparto, si destaca el buen hacer general de los intérpretes, que suelen elevar el tono de casi cualquier propuesta surcoreana, sigue resultando admirable, por muchas veces que se haya visto, el nivel de profesionalidad e implicación de los mismos, más allá de su mayor o menor capacidad interpretativa.

Finalmente, 'Concrete Utopia' se queda en parte como un quiero y no puedo, entre el genero de catástrofes y el concepto distopía, se adivinan rápida y fácilmente sus intenciones y objetivos de denuncia social, e incluso atrae en los primeros compases por lo trágico y contundente de su planteamiento, pero le falta riesgo y dinamismo para una historia que además se excede en su metraje, haciendo redundante y por momentos incluso soporífero, lo que sin duda debería haber sido un relato bastante más dinámico y entusiasta, capaz de capturar una complicidad con el espectador, un compromiso que aquí se diluye prácticamente superado el primer tramo narrativo.


- Fantástico Nacional:

LA MESITA DEL COMEDOR

Para Jesús, comprar la mesa de comedor más fea posible, es casi una cuestión de orgullo, acaba de ser padre junto a Maria, y ella lleva la voz cantante de la relación, lo que ninguno de los dos puede sospechar, es como una decisión tan trivial, podría llegar a cambiarles la vida de manera radical.

Rodada en apenas diez días, en apenas un único escenario, las cuatro paredes del piso donde se desarrolla la historia, y con un presupuesto mínimo, 'La Mesita del Comedor' se puede considerar casi un milagro, sin quitar ningún mérito a su realizador Caye Casas, que indudablemente ha arriesgado con una idea original y extrema, en un guión escrito mano a mano con Cristina Borobia, cuesta creer que el resultado haya salido tan redondo, tanto es estética, como en credibilidad interpretativa, pero sobre todo, por la capacidad de mostrar con absoluta libertad, un concepto que parece perderse en los tiempos que corren, en favor de un sinfín de productos excesivamente convencionales, que por desgracia saturan y dominan el mercado cinematográfico.

Rodada, según propias palabras de su realizador, como un cine de guerrilla, con una serie de primeros planos, y escenas de cámara en mano, que en realidad, ayudan a crear esa genuina sensación de claustrofobia de la que la cinta hace gala, hay que puntualizar que no solo se trata de una película con brochazos extremos, es además una divertidísima comedia negra, muy castiza, que encima se las arregla para mostrar cierto estrés conyugal y familiar, con una serie de diálogos verborréicos extremadamente convincentes.

Convendría avisar, que éste es un título al que conviene acercarse lo más virgen posible, sin tener contacto con apenas ninguna descripción o sinopsis, un relato de pura incorrección en tiempos de corrección, que justamente, abraza otra de las líneas maestras de su argumento, cuando expone lo difícil que resulta enfrentarse a una situación terrible, de esas que no nos atrevemos a contar, y que son capaces de solapar otras que quizá en la comparación, resultan simples nimiedades.

Para hacer creíble la mezcla de géneros, y ese contraste de situaciones terribles, hacía falta un reparto a la altura de las circunstancias, aquí hablar de implicación es quedarse corto, la pareja protagonista, David Pareja y Estefanía de los Santos, están soberbios, pero es que realmente, cualquiera de los actores secundarios resultan impecables en sus diferentes roles, destacando a Eduardo Antuña como vendedor de la dichosa mesita, y a la joven Gala Flores, cuyo desparpajo y convicción pueden augurarle un futuro más que prometedor.

Finalmente, la recomendación con 'La mesita del comedor' es sencilla, el público no va a encontrar una película más auténtica este año en el panorama fílmico nacional, ni posiblemente en el internacional, donde el film se está cargando de premios en diferentes festivales, puede que su carácter más extremo pueda golpear algunas sensibilidades, pero incluso para esos, y teniendo en cuenta que el cine debería ser ante todo una experiencia emocional, el film está construido para no dejar a nadie indiferente, y en eso Caye Casas y su equipo, han diseñado en auténtico estado de gracia, un contundente e inclasificable caballo ganador, especialmente indicado para los amantes de las sensaciones fuertes, esos que tristemente, se encuentran cada vez más huérfanos de títulos dotados de tales características.











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